Recuerdo que hace unos meses debatíamos con un amigo si compartir o no tus ideas era bueno.
¿Ladrón de ideas o Cobrador de copyright?
Siempre han existido los ladrones de ideas; aquellos que miraban de reojo tus respuestas y respondían en clase antes que tú. También había los cobradores de copyright, aquellos que se tapaban los deberes y te decían que te buscaras la vida.
¿Qué extremo te gusta más?
Ya dicen que los extremos no son buenos; los copiones cuando llegue el momento del examen suspenderán, los copyright se quedaran solos ya que el hecho de compartir lo asociamos a un vínculo socioafectivo.
¿Dónde está el equilibrio?
Hay un punto intermedio entre ambos, el hoy por ti y mañana por mí. El equilibrio; compartir ideas te enriquece y amplía tu ángulo de visión. Abrir la mente es fundamental y más cuando te encuentras en el momento de emprender un proyecto, en el que cualquier idea o consejo te puede aportar un valor añadido que no conseguirías tú sólo. Nunca sabes con quién estás hablando, a veces las personas que menos esperas te aportan mayor valor.
Entonces…¿compartir es vida?
Yo siempre aconsejo hablar y preguntar. No como muestra de inseguridad o esperando a que el otro avale la idea, sino buscando un plus. No se trata de explicar y decir todo lo que te pasa por la cabeza, sino de enfocar tu idea y mediante las relaciones humanas, mejorarla.
Compartir ideas es la base del conocimiento y el aprendizaje; si no compartiéramos nuestras ideas, no habría evolución.
¿Prejuicios? ¿Eso qué es?
Déjate de prejuicios, de bloquear tu conocimiento y de preguntarte ¿qué pensaran de mí? Como dice Isra Garcia, tú a lo tuyo. Lo más importante es ser coherente con uno mismo, con lo que realmente quieres. Si te apetece compartir ideas, comparte.