La idea de este diario nació en 2012, cuando hablábamos de la creación de mi empresa con un amigo. Aunque en un inicio pensamos en escribir un libro, decidí empezar por un diario para relatar lo que me encuentro en cada momento como emprendedora.
En la fase de «embrionaje» del proyecto, hablaba de mi idea con mis amigos/as y con mi familia, ellos me ayudaban a trazar el camino con sus críticas y observaciones. Pero poco a poco, con la excusa de falta de tiempo juntamente con el pánico producido por la incertidumbre que padece cualquier emprendedor, lo dejé aparcado pensando que llegaría un momento mejor. En 2013, decidí que no llegaría «un mejor momento», más bien decidí crear «un momento mejor».
Se hablaba del «rollo del emprendedor» como una moda que surgió con la crisis. Yo prefiero referirme a ese momento como una oportunidad en la que sacamos lo mejor de nosotros mismos: la creatividad que desconocíamos junto con la motivación de que nuestro proyecto vea la luz, siendo viable y sostenible en todos los sentidos. Por ese motivo hay tantos que nos lanzamos al mar. Digo al mar y no a la piscina, porque en el mar hay otros seres, por ejemplo los tan temidos tiburones. De ellos hablaré a menudo.
Lo curioso fue que al escribir este texto (tengo que reconocer que lleva meses en borrador) pensaba en un proyecto y en un tris tras me vi envuelta en otro proyecto completamente diferente pero doblemente interesante. Coincidí con una persona que decidió acompañarme en esta aventura, Laia*, con quien día a día trabajamos duro con Cafè i Social Media.
También quise escribir mi experiencia personal del día a día, sin estar necesariamente vinculada a la actividad en sí, es decir, hablando del día a día sin saber cómo acabaría la aventura.
Encended el audio, suena:
El mundo está lleno de tiburones… Pues empecemos!
Capítulo 1. ¿Llevamos un tiburón dentro? Soy un líder!
Capítulo 2. Mucha prisa y poca pausa
Capítulo 3. La peor publicación que he escrito
Capítulo 4. Cambiar o no cambiar, esa es la cuestión
*nota 01/06/2018:
Laia emprendió un proyecto personal en 2015. Durante dos años sostuve el proyecto, con mucha dedicación y esfuerzo. En 2017 se integró Laura Almagro, que fue una oleada de aire fresco.
En 2018, Cafè i Social Media se incorporó como programa de prevención sobre el uso de pantallas a la infancia i adolescencia del Equip Clínic Cipais.
A día de hoy, he aparcado el Diario de una emprendedora. Objetivo cumplido, el diario cumplió su misión, me acompañó en una fase de la aventura y ahora, la siguiente fase es apasionante.